Luckia ha cerrado el ejercicio de 2023 dando un importante salto en rentabilidad, que le ha permitido alcanzar un ebitda de algo más de 58 millones, el mayor de su historia y un 14% superior al del ejercicio anterior. El hito refleja la buena salud del primer grupo gallego del sector del juego, no solo en la comparación con los años previos a la pandemia que paralizó sus operaciones, sino también porque se produce en medio de un esfuerzo inversor por la expansión de la compañía, que el año pasado irrumpió en nuevos mercados como México y Camerún. Desde el ejercicio de 2019, el ebitda de Luckia ha crecido un 32,6%.
El resultado neto del grupo que dirige José González se situó en los 10,2 millones de beneficios, un avance del 33% respecto al año anterior si se descuentan los extraordinarios. En 2022, Luckia traspasó los terrenos e instalaciones técnicas de su antigua sede de Mallorca, lo que aportó 4,6 millones adicionales a las ganancias. Teniendo en cuenta este ingreso no recurrente, el resultado del grupo habría sido superior en aquel ejercicio, de 12,2 millones, pero no por la rentabilidad de las operaciones sino por el traspaso de activos.
Esta mejora en la rentabilidad se refleja también en el resultado de explotación, que alcanzó los 31,8 millones en 2023, un crecimiento del 9,5%.
«Si bien el ejercicio 2022 aún no reflejaba las recuperaciones de rentabilidad que nos marcamos como objetivo, en 2023 se confirma no solo la recuperación, sino incluso la mejora de la rentabilidad que tan penalizada se había visto en ejercicios anteriores por acontecimientos tan significativos como fue la pandemia o por el esfuerzo realizado en el desarrollo de nuestra plataforma digital», dice el presidente de la compañía, José González, en la carta que acompaña la memoria de ejercicio que ha publicado Luckia en su página web y en la que transparenta sus magnitudes financieras.
Los ingresos brutos del grupo, que cuenta con 2.600 empleados, ascendieron a 569,5 millones, una caída del 2,9% respecto a 2022. Sin embargo, los ingresos netos se elevan un 7,9%, hasta los 294 millones.
De los casinos a las apuestas deportivas
El juego online y las apuestas deportivas representaron el 58% del volumen de negocio de Luckia. La dirección tomó años atrás la decisión de apostar por la omnicalidad, la convivencia del juego tradicional con presencia física junto a la nueva oferta online y los nuevos formatos. Esta estrategia fue de la mano con la inversión tecnológica y el desarrollo de una plataforma digital propia, que hoy es uno de los pilares del crecimiento del grupo. Esta transformación tiene como símbolo la nueva sede del polígono coruñés de Agrela, que la compañía prevé tener plenamente operativa en 2025.
Con estos mimbres, Luckia ha logrado buenos resultados tanto en el negocio tradicional como en los nuevos formatos. Las apuestas deportivas en España han alcanzado un récord de ventas que roza los 225 millones de euros. Esto se ha traducido en unos ingresos brutos de 21,3 millones de euros, un incremento del 1% respecto a 2022, consiguiendo mantener el liderazgo, tanto por cuota como por resultados, en mercados en Galicia, Castilla y León o Baleares, en este último, como proveedor tecnológico de la compañía Bet Point.
Al mismo tiempo, la división de casinos ha cerrado el ejercicio 2023 con su mejor registro histórico de ingresos brutos, superando los 84 millones de euros, un crecimiento interanual de un 12%. Se posiciona, además, como la principal línea de ingresos netos del grupo, gracias en buena medida al comportamiento del mercado latinoamericano. Los centros de Perú, Colombia y Chile lograron su récord de ingresos, con más de 50 millones de euros y generaron un ebitda de 12 millones. En España cuenta con otros seis casinos (A Toxa, Vigo, Bilbao, Mallorca, Ceuta y San Sebastián) que aportaron 25,5 millones de ingresos, un 16% más; mientras que en Croacia, con tres casinos tradicionales y dos online, la compañía registró una facturación de 8,6 millones.
Luckia cuenta con otras dos grandes líneas de negocio. La explotación de más de 4.000 máquinas recreativas en locales comerciales de terceros, una actividad que generó ingresos de 70,1 millones y un ebitda de casi 20 millones; y los 82 salones de juego que despliega en España y con los que obtuvo ingresos de 52 millones y un ebitda de 12 millones, lo que supone un crecimiento del 10% y del 76%, respectivamente.
Nuevo ciclo estratégico
El cierre del pasado ejercicio asentó los cimientos sobre los que Luckia comienza un nuevo ciclo estratégico para el periodo entre 2024 y 2028, al que llega tras el traslado de su casino de Bilbao, la ampliación del de Copiapó en Chile y a punto de estrenar su nueva sede de A Coruña. Los activos del grupo ascienden a 315 millones, mientras que los fondos propios se sitúan en los 92,3 millones.
Dice el presidente del grupo que el endeudamiento está en los niveles que se había fijado como objetivo la compañía. «Hoy, la relación entre nuestra deuda financiera neta y nuestro ebitda se sitúa en 1,6 veces. Esto significa que, tras años de muy intensa inversión, tanto en proyectos inmobiliarios (el exitoso proyecto Arica), como en la adquisición y la evolución de nuestra plataforma tecnológica, todo ello agrandado por el incremento de deuda acometido para afrontar el impacto de la de pandemia, el grupo ha logrado reducir de manera muy significativa su endeudamiento con entidades financieras llevándolo a niveles que, en estos momentos, dotan a nuestro balance de una gran solidez y, sobre todo, que nos permite afrontar los futuros proyectos con nuestra capacidad de endeudamiento intacta», asegura.
Traducido a números, la deuda neta del grupo asciende a 167,1 millones, lo que supone un incremento respecto a los 147 millones del ejercicio anterior. Esto se debe fundamentalmente a los pagos futuros derivados de la renovación por 15 años de la concesión de explotación del casino de Copiapó por importe de 23,31 millones. economiadigital